Bultaco Metralla 62
D. Paco Bultó Marqués nació el 17 mayo de 1912 en el seno de una acaudalada familia barcelonesa dedicada principalmente a la industria textil, aunque los negocios familiares también abarcaban otras facetas como por ejemplo la farmacéutica.. En su juventud fue un destacado representante de la alta burguesía catalana. Y como muchos jóvenes de la época, sobre todo de las clases pudientes desde muy temprana edad se apasionó por los entonces incipientes deportes del motor.
Aunque a él lo que realmente le apasionaba eran las motocicletas y a los 14 años ya estaba suscrito a varias publicaciones extranjeras. Se pasaba horas y horas embelesado delante de los escaparates de los establecimientos donde estaban expuestas las Norton, BSA, Rudge o Ariel. Su primera moto fue una DKW que compró por 300 pesestas. Pero fue en 1929 donde tras presenciar el Gran Premio de Europa en l’Atmella del Vallés donde prendió en él la llama de la pasión motociclista. Debutó en competición a los 18 años con una AJS bajo el seudónimo de “Francisco Roig” con el fin de que no se enterasen sus padres. A partir de la segunda carrera cambió su alias por el de “Patek” y en 1935 se proclamó Campeón de Cataluña con una Velocete.
Su pasión por la mecánica le lleva a estudiar la carrera de ingeniero industrial y una vez obtenida la licenciatura crea una empresa para fabricar gasógenos, tan en boga en aquellos tiempos. Pero su obsesión son las motos y tras varias reuniones con su cuñado Pedro Permanyer deciden embarcarse juntos en esta ventura empezando por fabricar motores auxiliares para bicicletas en 1944, pero pronto abandonaran esta actividad para centrarse de lleno a la producción de motocicletas propias. De este modo nace Montesa. Para sacar adelante el negocio, ambos recurriran a la familia y con un pequeño préstamo empezaran la aventura. Desde un principio las funciones quedaran delimitadas quedando a cargo del señor Permanyer la parte administrativa y de Don Paco la creativa y todo el proceso de fabricación.
El crecimiento de la empresa fue realmente espectacular en la década de los 50, al que contribuyó en gran manera los éxitos alcanzados en las carreras con el modelo Brio que fue sufriendo continuas evoluciones que le convirtieron en imbatible en los circuitos.
El plan de estabilización dictado por el Gobierno en 1958 sumió a la empresa en una fuerte crisis y llegaron las dificultades. Tras un concienzudo estudio Permanyer tomó la decisión de abandonar la competición que tan esencial había sido para la marca. Esta determinación le llevó a la ruptura con su cuñado Don Paco Bultó que abandonó la empresa y con un grupo de incondicionales se decidió a fundar una nueva marca que muy pronto sería el rival a batir: Bultaco.
Bultaco nació con un claro espíritu deportivo y el señor Bultó estaba firmemente convencido de que los triunfos en las carreras eran la clave del éxito que hacía incrementar las ventas. El primer modelo que salió al mercado fue la Tralla 101 una moto que imponía carácter y que tanto por su diseño como pos sus prestaciones tenia una marcado estilo propio, más cercano a una moto de competición que a una de calle. Esta moto consiguió innumerables triunfos en carreras y fue evolucionando hasta convertirse en la Tralla Sport o TS. A partir de este modelo nació la Super Sport o TSS que era una moto carreras-cliente, que aún a fecha de hoy podemos decir que fue una de las motos más utilizadas por pilotos privados para competir, no solo en España, sino en el resto del mundo.
Pero el aldabonazo definitivo de la marca llegaría en 1962 – hace ahora justo 50 años- con la salida al mercado de la Metralla 62 objeto de este reportaje. Esta moto rompió todos los moldes establecidos hasta la fecha. Inspirada en las Bultaco TSS de competición, sus altas prestaciones y su agresivo diseño la convirtieron pronto en el objeto del deseo de infinidad de motociclistas no solo de España, sino de toda Europa e incluso de EE UU.
La Metralla equipaba un motor monocilíndrico de dos tiempos con tres lumbreras, en catalogo anunciaba una potencia de 20 CV a 7.000 rpm con tan sólo 196 cc de cilindrada y con embrague multidisco en baño de aceite. Gran parte del secreto de su alto rendimiento radicaba en que ya de fábrica se pulían los conductos de admisión y escape. Su culata cuasi-hemisférica optimiza la combustión. La alimentación era mediante un carburador Amal de diseño británico con un difusor de 27 mm. El desarrollo ideal recomendado por fábrica era de 16×44 dientes.
Cuando las motos de superior cilindrada era raro que superasen los 130 km/h la Bultaco Metralla los supera sin problemas, y además es capaz de rodar sin problemas a una velocidad de crucero por encima de los 100 km/h. Tan buena era la Metralla 62 que rápidamente se hizo un hueco entre los pilotos privados del campeonato de Europa o el TT de la Isla de Man. En 1967 en la prueba de Producción hasta 250 cc en el Tourist Trophy consiguieron un primero y segundo puesto pilotadas por Bill Smith y Tony Robb con unos tiempos tan buenos que sólo los superaron los dos primeros clasificados de la carrera de Producción de 500 cc..
En su apartado ciclo el chasis era monocasco de tubo y las llantas de 2,75×18, siendo los frenos de tambor de 160 mm el delantero y 140 mm el trasero. La suspensión delantera era telescópica y la trasera de amortiguadores hidráulicos. La moto tenía una distancia entre ejes de 1.315 mm y su longitud total era de .955 mm, siendo la altura del sillín con respecto al suelo de 760mm.
La Metralla 62 se estuvo fabricando desde 1962 hasta 1966 y se elaboraron un total un total de 4.919 unidades que aún hoy en día levanta expectación por la belleza de sus líneas y sobre todo por el poderoso rugido de su motor de 2 tiempos. Su mayor éxito es que fue la precursora del modelo emblema de la marca de Sant Adrià del Besós, la Bultaco Metralla MK2 una de las motos más carismáticas de la historia motociclista de todos los tiempos.
Edited by sergibuda - 1/10/2014, 19:55
