Se la conoce de distintas maneras: Ruta 66, Carretera Madre o la Calle Principal de América. Antaño fue un camino clave para recorrer parte del país, pero ahora gracias a las nuevas infraestructuras ha quedado relegada a un símbolo, símbolo del país que únicamente recorren los nostálgicos y los turistas. Su extensión es de 4.000 kilómetros.
La ruta comienza en el estado de Illinois, concretamente en la ciudad de Chicago, en el centro del país. Algunas huellas han sido borradas, y el inicio de la ruta ha sido trasladado en varias ocasiones, pero todavía es posible encontrar buenas indicaciones en la ciudad.
Saliendo del estado de Illinois se llega al de Missouri. En esta ruta puedes visitar dos municipios curiosos, cada uno en un estado. Nos referimos a Springfield, quien sabe si alguno de los dos sirvió de inspiración a Matt Groening para crear Los Simpsons. Volviendo a la 66, a través de rutas rurales te acercarás al Río Mississippi, cuyo puente "Chain of Rocks" un día trasladó millones de vehículos que realizaban esta misma ruta. Hoy está reservado a los peatones y bicicletas. La ciudad de St. Louis, una de las más grandes de esta ruta, te dará la bienvenida al nuevo estado y donde podrás visitar uno de los símbolos de la expansión americana hacia el oeste, el Gateway Arch.
El tercer estado que cruza la ruta 66 es el de Oklahoma, situado justamente en el centro de Estados Unidos. Una de sus dos ciudades principales es Tulsa, donde puedes visitar la placa recordatorio de la Golden Time Capsule. Esta cápsula del tiempo fue enterrada en 1957 con motivo del Jubileo de la ciudad, y sus ciudadanos fueron preguntados sobre qué población creían que tendría la ciudad en 2007. El ganador se llevaría un coche. Otra localidad digna de visitar es Arcadia y su granero circular, con más de 100 años de historia.
El siguiente estado en cruzar es el de Texas. La ruta se desvía un poco al sur. Poco hay que ver en esta etapa, aunque existen puntos como el museo sobre la Ruta 66 en Elk City, casi en la frontera entre Texas y Oklahoma, y la vieja pero simbólica estación de servicio Conoco.
El estado de Nuevo México es el que más kilómetros alberga de la ruta 66. El trayecto pasa por las dos principales ciudades del estado: Santa Fe, que es la capital, y Albuquerque, que es la ciudad de la ruta con más luces y anuncios de neón y la ciudad americana con la calle principal más larga, 30 kilómetros. Si tienes tiempo puedes acercarte al estado vecino de Nevada y apostar unos dólares en la pecaminosa Las Vegas.
En Arizona más que a ciudades debes prestar atención a su entorno natural. Aunque no forma parte del trazado original de la Ruta 66, puedes escaparte a dar una vuelta por el Gran Cañón. También forman parte del camino dos escenarios igual de interesantes: el Parque Nacional del Bosque Petrificado, que tiene la mayor concentración de madera petrificada, y el Cráter del Meteoro Barringer, formado por un meteorito caído en la zona hace más de 50.000 años y que ha dejado un agujero de 1.200 metros de diámetro.
La última etapa del viaje se va a caracterizar también por el exceso de arena y calor. De camino al punto final, Santa Mónica, tendrás que cruzar el Desierto de Mohave, considerado uno de las zonas más calurosas del planeta. Pero tendrás tu recompensa cuando llegues a las famosas playas californianas de Santa Mónica.
