7 – Coll d’Ares / Ripoll
Subiendo por el lado francés pasamos el Col de la Seille y enseguida el Col de la Guilla.
Más tarde coronamos el Coll d’Ares, atravesando así la segunda frontera estatal y entrando de nuevo en nuestra Catalunya Sur dirección Camprodón.
Como pone "ocasión" creí que por fin iba a ligar algo, pero aunque patriótica y motera la encontré muy paradita para mi y la mascota no parecía amistosa...
Aquí el plan es seguir hasta Ribes de Freser. Tal cosa se puede hacer por simple carretera pasando por Sant Pau de Segúries, Sant Joan de Les Abadesses (único monasterio femenino catalán) y sobretodo Ripoll, en cuyo importantísimo Monasterio románico de Santa María descansan los restos de parte de la familia condal catalana, empezando por el Compte Guifré el Pilós, bravo guerrero que independizó a los condados catalanes del poder franco y quien según la leyenda dio lugar a la senyera, cuando herido de muerte en la batalla de Navés contra los musulmanes, el Rey franco y Emperador de Occidente Carlos el Calvo le untó cuatro dedos de la mano con la sangre de la herida y tintó con ellos el escudo de oro que el propio Carlos le había regalado por una brillante victoria sobre los normandos. Muerto el Conde Guifré, sus soldados pintaron también sus escudos con las cuatro barras rojas para honrarle.
Tras el paso por Ripoll se llega sin más novedad a Ribes de Freser, famoso en el mundo montañero porque de ahí sube un tren-cremallera curioso que lleva hasta el precioso Vall de Núria. Aunque no se pueda subir en moto, quien no lo conozca y disponga de tiempo hará bien en subir al valle, en especial las mujeres que quieran quedar en cinta, pues la tradición exige que pongan la cabeza dentro de una gran olla para conseguirlo con la intermediación de la Virgen de Núria que da lugar al santuario. Pongo aquí una foto no mía sino de la web para que se aprecie la belleza del lugar.
Una alternativa “hard trail”: Una vez habíamos llegado a Camprodón, se coge dirección Noroeste hacia el pueblecito de Abella, y allí se coge una pista que se dirige hasta Pardines, donde vuelve el asfalto y se baja hasta Ribes de Freser. La mayor parte de la pista que transcurre en altura no tiene dificultad, pero tanto en el momento de subir, como en el de bajar, hay algunos tramos con algo de inclinación y piedras varias, y en la parte Oeste especialmente el camino se cierra un poco entre la vegetación agobiando un poco el descenso, aunque para haceros una idea se puede pasar con un 4x4.
A media pista se corona la Collada Verda, y la vista durante un rato es muy bonita.